.
Diario EXPRESO censuró entrevista de Rafael Romero Vásquez, ex jefe de la Página Editorial. No publican declaraciones del director del Periódico APERTURA Pedro Martínez Valera, en torno a la corrupción municipal en San Miguel, San Borja, Santiago de Surco, Magdalena del Mar y Miraflores.
Rafael Romero Vásquez: ¿Cuántos años vienes ejerciendo el periodismo?
Pedro Martínez Valera: En 1989 el diario El Comercio me dio la posibilidad de escribir cerca de 30 artículos que denunciaban la caótica situación de nuestras bibliotecas públicas municipales en más de 25 distritos de Lima y Callao. Dado el éxito de la campaña periodística, me quedé tres años y escribí cerca de 300 artículos hasta 1992, en que renunció porque no acepté que me censuren un artículo donde hacia referencia al director del diario El Comercio de ese entonces, Don Aurelio Miró Quesada, que en paz descanse. Luego colaboré para el Suplemento del diario El Peruano, la Revista Sí y publique mi primer libro: "Los Usuarios se Rebelan: La Problemática de nuestras Bibliotecas, Museos y Archivos en Lima Metropolitana", con el apoyo del Concytec.
¿Tu formación profesional de arquitecto te ha acercado más a las cuestiones de la ciudad y a los temas municipales?
Todo se inició a fines de 1986 cuando culmino mi tesis de bachillerato y luego tres años más tarde, cuando sustento otra tesis para optar el título de arquitecto. Decido recorrer las 49 municipalidades de Lima y Callao, a fin de encuestar, entrevistar y fotografiar el estado de sus bibliotecas públicas municipales. Esto me posibilitó tener una idea cabal del desinterés que nuestros alcaldes tenían y tienen por la educación, la ciencia y la cultura a nivel distrital.
¿Eres uno de los periodistas más críticos y fiscalizadores de los alcaldes? ¿Qué destapes has hecho que te han llenado de sorpresa y de indignación cuando se engaña al vecino?
Nuestras municipalidades, por desgracia, se han convertido en verdaderas ‘escuelas de corrupción’. Casi todos los alcaldes ingresan para robar y beneficiarse con dinero de nuestros contribuyentes. La corrupción no está sólo en las obras y millonarias concesiones que otorgan, sino más bien, en el pago de los servicios públicos que nadie fiscaliza, como son, el recojo de basura, limpieza pública, mantenimiento de áreas verdes, riego de jardines públicos, serenazgo y otros. Pero lo que es común e indigna, es el desprecio que casi todos los alcaldes tienen por sus vecinos, a los que deberían supuestamente servir. No los atienden, se les impide el ingreso a las sesiones de Concejo Municipal, no les informan ni los hacen partícipes de la gestión municipal. Y lo que es peor, hay alcaldes que ni van a las municipalidades a trabajar a tiempo completo como la ley manda. Despachan desde sus empresas, clínicas y oficinas particulares, llegando al extremo de viajar al exterior, por `cerca 350 días durante 6 años y cobrar su sueldo municipal sin descuento alguno. Tal como lo hace Alberto Tejada Noriega, alcalde de San Borja, recientemente denunciado por la Contraloría General de la República, por los delitos de Omisión de Funciones y Peculado de S/. 3´381,420.41. Investigación y denuncia que efectuó nuestro Periódico Apertura, luego de más de 8 meses de trabajo sostenido.
¿Cuáles son las maniobras más recurrentes que malas autoridades locales utilizan a la hora de cometer actos de corrupción?
La corrupción municipal va de la mano y emplea las mismas prácticas de los grandes escándalos y "faenones" del gobierno central. Se dan concesiones con nombre propio a empresas recientemente constituidas y que son testaferros de los alcaldes y sus familiares. Y lo que ahora muchos alcaldes corruptos hacen, es terciarizar los Procesos de Selección y los Concursos Públicos mediante "convenios" con instituciones internacionales que escapan del control y la fiscalización de la Contraloría General de la República. Es así que el alcalde Juan del Mar Estremadoyro de Santiago de Surco paga a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la escandalosa suma de S/. 1´ 750,000.00 para que esta cuestionada OEI, le organice una concesión de 50 millones de nuevos soles. Salvador Heresi Chicoma de San Miguel también le encarga a la OEI un concurso por 14 millones de nuevos soles. Y para no quedarse atrás, Manuel Masías Oyanguren de Miraflores, también la contrata para que gestione un concurso de más de 10 millones de nuevos soles. Esto sucede a espaldas de nuestros vecinos. Más aún si para cualquier ciudadano, es prácticamente imposible saber cuanta basura se recoge en su distrito y cuanto se paga por tonelada recogida. ´La cultura del secreto’ reina en nuestras municipalidades, en detrimento de una legítima ‘cultura de la transparencia’. Y el presidente Alan García lo permite.
¿Cómo hacer que el vecino se interese más por lo que pasa en su circunscripción distrital?
PMV: Hay que darles un verdadero poder a nuestros vecinos. Hay que empoderarlos, convertirlos en verdaderos ciudadanos. Para lograrlo, se necesitan leyes y reglamentos que no sean un engaña muchachos como lo son los actuales mecanismos de participación vecinal, estipulados en la Ley Orgánica de Municipalidades. Esta es excesivamente alcaldista y ellos abusan del vecino, lo manipulan, lo utilizan y lo hacen ‘participar’ cuando quieren. No puede ser posible que exista un Presupuesto Participativo o un Comité de Coordinación Local Distrital donde el vecino es minoría. Que existan Audiencias Vecinales donde lo que los vecinos decidan, no sea de ejecución obligatoria para los alcaldes. Entonces, ¿para que los convocaron? Eso desanima la participación, es una burla y el vecino frustrado opta por la apatía. No debemos permitir que sigamos teniendo Rendiciones de Cuentas, donde el alcalde habla, expone y se va. Donde no se le permiten a los vecinos, ni siquiera, preguntar, menos aún pedir explicaciones o debatir. La participación vecinal desgraciadamente, se ha convertido en una triste manipulación vecinal que todos los alcaldes y sus funcionarios a sueldo, emplean día a día en contra de nuestros vecinos. Y solo por cumplir la ley y tratar de legitimar autoridades y corruptas gestiones municipales.
¿Por qué a los regidores, salvo en poquísimas excepciones, se les escucha tan poco y por qué no ejercen con liderazgo sus funciones?
Nuestros vecinos vienen comprobando que los regidores no saben ni cuales son sus funciones. Ni fiscalizan ni controlan la gestión municipal del alcalde. De hecho, no sirven para nada, no representan al vecino. Llegando al extremo de convertirse en apañadores y comparsas de alcaldes corruptos. Si el alcalde no rinde cuentas al vecino, los regidores peor aún, tristemente deambulan por la municipalidad. Ni los propios funcionarios de confianza del alcalde les hacen caso. Malos regidores dicen que la dieta no les alcanza y lo cierto, es que están más preocupados en convertirse en el próximo alcalde, en utilizar al vecino para presionar al alcalde y conseguir un beneficio personal. Con poquísimas excepciones, sí hay regidores que saben de gestión municipal, que conocen o se asesoran con especialistas y expertos en derecho municipal, y logran así denunciar irregularidades y actos de corrupción del alcalde. En casi todos los casos hay una falta de valentía, de entereza moral, ética y valores que les permitan a los regidores convertirse en verdaderos representantes de sus vecinos. Y por desgracia, los "regidores jóvenes" no escapan de este silencio cómplice, que raya con el encubrimiento de la corrupción.
¿Crees que exista una relación estrecha entre corrupción municipal y desarrollo en nuestras ciudades?
Definitivamente sí. Por desgracia al convertirse nuestras municipalidades en verdaderas ‘Escuelas de Corrupción’, lo que estamos haciendo es hacer más pobres a los pobres de hoy. El alcalde o regidor, querrá ser mañana el ministro o el congresista, y lo logrará porque tiene el dinero robado en la municipalidad. Tentará ser alcalde de Lima Metropolitana y luego, hasta postular a la presidencia de la República. Pagará a pseudos periodistas para que lo promocionen y a empresas encuestadoras para que aparezca en diarios con gran porcentaje de aceptación. La gran prensa se ocupa de la corrupción a nivel de las altas esferas del gobierno central, pero descuida tremendamente, los "faenones", "las aceitadas" y "los honorarios de éxito" que se dan de forma millonaria en nuestras municipalidades. La Municipalidad de Santiago de Surco maneja cerca de 160 millones al año, San Isidro bordea los 130, Miraflores un poco menos y Luis Castañeda Lossio al frente de la Municipalidad Metropolitana de Lima, supera los 1,200 millones de presupuesto anual. Gran parte del periodismo y no pocos periodistas a sueldo son ciegos, mudos y sordos que no se dan cuenta, que la corrupción nunca disminuirá si no combatimos la corrupción municipal, cuya raíz está en, nuestras municipalidades y gobiernos locales, convertidos hoy en verdaderas ‘Escuelas de Corrupción’. Las municipalidades son hoy el primer nivel donde se forja y se aprende como robarle al vecino y vivir sin problemas. Y para colmo, con enorme impunidad, gracias al padrinazgo y al encubrimiento del poder político de turno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
En todos los ámbitos de nuestra nación abundan quienes son ejemplo de corrección, ética, mesura y honestidad. Pero también hay quienes cometen a diario actos de corrupción “menor”, si así se los puede llamar. Desde el convencional coimero, pasando por el que oculta información relevante o el que cobra por mentir, al que vende “gato por liebre”, o incumple su palabra, hasta el que ofrece servicios o productos con gruesos conflictos de interés entre sí. Otros quieren definir su propio umbral de ética según sus propios intereses económicos y por supuesto las municipalidades y sus funcionarios no son la ecepción. De allí que los ciudadanos debemos formenar la cultura de la DENUNCIA PÚBLICA.
Nuestro silencio como vecinos o ciudadanos no puede ser cómplice de los deshonestos, facilitándoles la vida. No podemos callar solo para evitar confrontar. No podemos ser cómplices involuntarios de la corrupción.
Alcemos la voz. Digamos que no a la corrupción. Digámoslo firmemente y sin vergüenza. Pasemos por el momento incómodo, mostremos nuestra desaprobación y seamos firmes en la censura. No les dejemos la cancha libre a estos funcionarios corruptos.
A la Contraloría General de la República le corresponde fiscalizar a las municipalidades, sin perjuicio de las facultades generales de fiscalización interna que correspondan al alcalde, al consejo y a las unidades municipales dentro las materias sujetas a su control.
Publicar un comentario