Por: Pedro Martínez Valera, Arq.
Director
GCM-APERTURA
Por desgracia, nuestras municipalidades se han convertido en verdaderas Escuelas de Corrupción. Y con total impunidad asegurada. Nuestros gobiernos locales, son el primer peldaño por el que transitan demasiados alcaldes y regidores, para luego hacer su ‘maestría’ en algún ministerio o gobierno regional y culminar su ‘exitosa’ carrera haciendo su ‘doctorado’ como congresista y hasta lanzándose a la presidencia de la república. Y muchos ya lo han logrado, no sólo en nuestro país sino también a nivel latinoamericano.
Sólo basta imaginar que el alcvalde metropolitano Luis Castañeda Lossio, maneja un presupuesto anual superior a los 1,200 millones de nuevos soles, Alex Kouri como presidente de la Región Callao, dispuso de algo cercano a 535 milloncitos al año, Félix Moreno, alcalde del Callao se queja porque no le alcanzan los más de 232 millones que en tan sólo un año dice ‘invertir’. Y podríamos seguir hasta el asombro: Juan del Mar, cuestionadìsimo alcalde de Santiago de Surco, dispone de 161 millones en un año, Antonio Meier en San Isidro, escasos 144 millones, al punto que en el 2008 le sobraron 25 millones y Manuel Masías en Miraflores, 122 millones en tan sólo un añito. Multiplique usted, estimado lector, estas cifras por 4 años de gestiòn municipal y duplìquela ya que de cajòn iràn por una reelecciòn, y asi usted comprobarà el poderìo de un alcalde distrital.
Inclusive, el ex alcalde de Magdalena del Mar , hoy sentenciado y actualmente incurso en delitos de Lavado de Activos, Francis James Allison Oyague, que manejaba un ‘franciscano’ presupuesto de 23 millones de Nuevos Soles al año, ya la Fiscalía Anticorrupción le ha encontrado dos cuentas bancarias en dólares: Una en Miami y otra en Suiza. Y eso que no hablamos de sus otros ‘ahorritos’, de su casa de playa en Zorritos y de otras propiedades conyugales y familiares.
Sin bien es cierto las grandes víctimas somos todos nosotros, ya que el dinero público que debiera invertirse en nuestros distritos, va a parar al bolsillo del alcalde, los grandes responsables son también los propios vecinos que no fiscalizan ni controlan la labor de sus alcaldes, regidores y funcionarios municipales. Peor aún, son más cómplices de esta mega corrupción municipal, la gran mayoría de periodistas y mal llamados medios de comunicación (léase ‘difusión’), que se distraen denunciando tan solo al congresista ‘come pollo’, a la ‘lava pies’, o al ‘mata perro’ y callan en mil idiomas, cuando se trata de denunciar e investigar la corrupción municipal. ¿Será porque los alcaldes y sus gerentes de ‘imagen institucional’ tienen la billetera gruesa? Sòlo basta contrastar que un mal llamado padre de la patria tan solo posee una ejecuciòn de gasto de alrededor de 25 mil soles al mes, dispone de tan solo 6 personas, o que el presupuesto anual de nuestro Congreso de la República no sobrepasa los 350 millones de soles, para percatarnos que un solo alcalde o presidente regional maneja decenas y hasta cientos de millones al año y dispone a su libre albedrìo de hasta mil funcionarios y empleados municipales, que pone y bota a su antojo.
Lo cierto es que nuestros ciudadanos y periodistas subestiman el poder municipal, basado en alcaldes ‘todopoderosos’ que manejan a su antojo decenas de millones al año. Y sin importarles pisotear al vecino. Si antes la corrupción municipal estaba enquistada en las obras y construcciones, hoy en día es más sutil y asolapada, desviándose al otro ‘bolsillo’ del ‘pantalón’ del alcalde: Los servicios públicos municipales, generalmente concesionados y que incluyen millonarios contratos sobrevalorados –sin supervisión independiente alguna- para recoger basura, barrer calles, mantener jardines, regar áreas verdes, cortar cesped y brindar seguridad pública (los tan cuestionados e ineficientes serenazgos distritales). Y eso que no hablamos de la corrupción urbanística, de los cambios de zonificación para favorecer a grandes constructoras y la venta subvaluada de terrenos de parte de nuestras municipalidades a determinados agentes inmobiliarios ¿Qué dirá el alcalde Ángel Abugattas Nazal de la Municipalidad de Santa María del Mar?
Esperamos que esta columna sirva semanalmente no solo para denunciar actos de corrupción, sino también para hacer docencia y decencia municipal. No olvidemos que Jorge del Castillo se inició como un desconocido alcalde barranquino, Omar Quesada fue alcalde y presidente regional de Ayacucho y que muchos como Alex Kouri, Salvador Heresi, Francis Allison y Alberto Tejada Noriega de San Borja, provienen de estas llamadas ‘Escuelas de Corrupción’. De nosotros depende no seguir pagándoles sus estudios de maestría y menos aùn su doctorado. En mega corrupción municipal, y con tola impunidad.
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