Cuando preguntamos por él a través del intercomunicador. su asistente nos dijo: "el poastor estaba haciendo siesta". explicó que probablemente el jefe de prensa se había olvidado de avisarle de la entrevista y nos indicó que volviéramos en una hora, pero el frio de la calle era intenso, así que transamos en mediodia. Cuando finalemente fuimos recibidos en el pequeño departamento, salió Lay pidiendo disculpas por la demora.
"No me avisaron -dijo-; lo que pasa es que ayer fue un día cansador porque presentamos las firmas". Su esposa salió tras él, nos saludó, se sentó a escosa metros y se puso a escribir. Al cabo de una hora, la señora nos anunció con voz firme que el tiempo se había vencido. Apuramos el final, tomamos unas cuantas fotos más (luego de que ella le acomodó la corbata) y al despedirnos le pregunté: "¿Usted es su asesora?". "No -respondió-; más bien su secretaria". Lay no la desdijo.
"Se cambiaron los tranvías por buses, los buses por combis y las combis por mototaxis. Vivimos una involución".
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