¿TIENE PRECIO EL 'SILENCIO' PERIODÍSTICO?: EMPRESAS DENUNCIADAS PAGAN PUBLICIDAD EN PERU.21, LA REPÚBLICA Y APERTURA

Por: Pedro Martínez Valera, Arq.

Director de GCM APERTURA

El periodista Daniel Yovera del diario PERU.21, destapó tremendo ‘negociado’ del ahora llamado caso COMUNICORE. Enorme responsabilidad no sólo la tiene la Municipalidad Metropolitana de Lima con Luis Castañeda al frente. Sino también RELIMA, empresa privada encargada del recojo de residuos sólidos. Lo curioso es que ayer, miércoles 29 de setiembre, RELIMA ha pagado publicidad por aparecer, casi a página completa, en PERU.21 y en LA REPÚBLICA. Igual situación vivió nuestro periódico de investigación municipal, APERTURA, cuando similar empresa, de nombre DIESTRA S.A.C., cuya propietaria es Alejandrina Diestra Saavedra, pretendió pagarnos publicidad por seis meses, con el propósito –encubierto, tácito o corrupto- de que APERTURA, a lo mejor, no siguiera publicando denuncias en torno a la lesiva concesión de recojo de basura en San Borja. Veremos como se comportan tanto PERU.21 como LA REPÚBLICA. En APERTURA decidimos haver pública nuestra posición periodística y escribir en su momento, lo que a continuación publicamos.

¿CUÁL ES SU PRECIO?

Tremenda disyuntiva. ¿Qué haría usted como director de un periódico si se entera que su principal periodista es la enamorada del hijo del alcalde al que viene investigando por graves delitos de corrupción, aprovechamiento indebido del cargo y sobrevaloración de obras y servicios públicos? ¿La botaría a la calle o la dejaría al frente de la unidad de investigación periodística con el riesgo de que pueda 'filtrar' y entregar información al alcalde o en mejor de los casos decidir no investigar algunos supuestos delitos que comprometerían incluso con más de 10 años de cárcel a su futuro suegro?

Nunca en Apertura nos imaginamos que tras una breve llamada telefónica recibida, a las pocas horas mi persona estuviese conversando cara a cara con la señora Alejandrina Diestra Saavedra, mandamás y única propietaria de la empresa Diestra S.A.C., proveedora número uno de la Municipalidad de San Borja, persona muy 'querida' por todos los ex alcaldes: Hugo Sánchez Solari, Luisa Cuculiza Torre y Jorge Lermo Rengifo. No sólo con los tres 'trabajó', sino que también fue la 'afortunada', que en junio de 1998 obtuviese de las manos de la hoy congresista fujimorista, una millonaria concesión por 10 años para encargarse de la recolección, transporte y disposición final de los residuos sólidos o basura que generan diariamente las viviendas, locales comerciales, clínicas, oficinas y demás empresas en San Borja.

El monto a pagarle a la buena Alejandrina Diestra es una exageración, un escándalo. Algo que no sólo indigna sino que raya con la sobrevaloración: S/.45`307,131.00 a lo largo de 10 años, es decir, S/.4’530,713.10 al año, o si se quiere S/.377,559.42 al mes pagándole S/.94,389.85 a la semana. Alberto Tejada Noriega ni bien se estrenó como alcalde, en enero de 2003, en vez de denunciar esta millonaria e irregular concesión, y dando muestras de su 'honestidad', acordó junto con Alejandrina Diestra, disminuir en tan sólo un 10% el monto de esta concesión. Como se dice, jugó para las 'tribunas', hizo una 'finta' para el 'aplauso' vecinal y continuo, hasta el día de hoy, pagándole cerca de S/.100,000.00 semanales a Alejandrina, por sólo recoger basura sanborjina. Con el agravante que se le paga por viajes realizados durante siete días y no por las toneladas de basura que nadie sabe.

Es más, hace seis meses atrás, especialmente el 24 de agosto de 2007, la 'premió' el alcalde viajero, otorgándole otro 'contratito', no para recoger residuos sólidos, sino para recolectar, transportar y llevarse a un terreno de Lurín (algunos 'mal pensados' dicen de propiedad de un regidor sanborjino con 'poses' militares), toda la maleza producto de la tala (indiscriminada) de árboles, , millones de planas de estación (que luego las transforman en harina de 'marigol' que venden como alimento para las aves), que producen todos los 75 parques y jardines públicos.

Cualquiera de nuestros vecinos sanborjinos puede darse cuenta, que si Diestra SAC propuso el precio base con el cual se armó este llamado 'concurso público', si ella también se presentó junto a otra de sus empresas, Patresol SAC, no hay que ser adivino para preveer que Alejandrina Diestra ganó por goleada y por 12 meses, es decir hasta septiembre de 2008. Cada mes viene cobrando puntualmente S/.60,000.00 por también recoger maleza. En otras palabras, cobra, gana y 'reparte' a doble 'cachete': Por basura y por maleza ¡Que lindo negocio!

Qué haría estimado lector con este 'rosario' de antecedentes, ¿aceptaría recibir dinero a cambio de publicar una hoja completa a color con la publicidad de la empresa Diestra SAC? ¿O simplemente la rechazaría por su 'interés' mostrado con tanta 'naturalidad'? Lo cierto es que luego de explicar a Alejandrina Diestra que el hecho de publicitar su empresa en ‘Apertura’ no iba a condicionar y menos aún influir, en el trabajo de nuestra Unidad de Investigación Periodística que justamente venía desde hace más de un año atrás, denunciando irregularidades y supuestos delitos cometidos en la prestación de los servicios de recojo de basura y maleza en San Borja, ‘Apertura’ optó por aceptar su publicidad. A cambio, recibiríamos cerca de 4 mil soles, por cada una de las seis ediciones que nos prometieron en las que supuestamente iban anunciar. Nos entregaron S/.2,500.00 justo en plena impresión. Y no volvimos a ver a Alejandrina Diestra hasta los primeros días de enero de este año en que volvió a visitarnos junto a su ingeniero de operaciones, más molesta y con el ceño 'fruncido', por lo que publicamos en torno a su empresa y que ella lo asumió como que Apertura le 'estaba' causando daño.

Tajantemente rechacé sus afirmaciones. Le recordé que nunca existió, ni existirá, ningún acuerdo 'tácito', no explícito o encubierto ni con ella ni con nadie. Qué una cosa es la línea periodística de un medio de comunicación y que otra es el área de marketing y publicidad.

Desde chico siempre escuché pero nunca reflexioné, en torno a que 'toda persona tiene un precio'. En voz baja siempre lo dicen los políticos corruptos, alcaldes, proveedores, regidores y funcionarios. Gracias a Alejandrina Diestra he concluido que esa ancestral afirmación, es muy cierta. Para la gran mayoría el dinero lo es todo. Comprar cosas, adquirir inmuebles, viajar y darse la gran vida, sin trabajar, es el objetivo de su existencia y la de sus hijos (pobres de ellos). Para otros, su 'precio' es 'compartir la torta': chapar pequeños negocios con el visto bueno de su jefe. Algunos se conforman con whisky, mujeres y trago, no muy pocos, con hombres activos, pasivos o modernos aquellos que 'patean' con los dos pies. Para los más misios, su silencio tiene un 'precio': sólo exigen con que les den un trabajo, que les aseguren su sueldo mensual. Y que en Navidad no se olviden de darles un 'regalito'.

Pero son pocas personas por cierto, dentro de los que nos incluimos el equipo periodístico de Apertura, que saben que también tienen un 'precio'. Pero que no se puede pagar. Hay hechos, situaciones y convicciones en la vida que también tienen un 'costo', pero que nadie puede compensar: ¿Tendrá 'precio' la muerte de un hijo? ¿Cuánto cuesta la tranquilidad psíquica y emocional de una persona? ¿Habrá algún dinero qué pueda hacer olvidar la injusticia, el abuso y la indignación que se calla por beneficio personal? ¿Cuánto costaría poder decirle hoy lo mucho que lo quisiste a tu padre, a tu hijo o a tu madre ya fallecida?

A lo mejor el exceso de dinero y las ansias de poder desmedido, son reflejos inconscientes de esa frustración por tener y compensar algo de lo perdido. El 'precio' de no pocas personas, tiene que ver con la ética, la moral y los valores. Y no precisamente cuando los pregonan, como el alcalde Tejada, al extremo de llamar a sus organizaciones políticas 'Democracia con Valores' o 'Valores Perú', sino justamente, cuando se hace vida con esos valores, cuando se expresan en el comportamiento diario. Mirar a los ojos a tus hijos y poder decirles cada mañana que lo logrado no es a expensas del dinero robado de tus vecinos, es tan sólo una parte de ese 'precio' que nadie puede pagar. Todos tenemos un 'precio', pero no siempre éste, es cuantificable en dinero. A todo esto, estimado lector: ¿Cuál es su 'precio'?