Previsible. Declaró que tomó su decisión para no afectar el bienestar del gobierno. Su permanencia como ministro de Vivienda se hizo insostenible. Al aceptar dimisión, Alan García declaró que la “investigación salvará el honor del ex alcalde”.
Por: Miguel Gutiérrez
El presidente Alan García sabía que debía cortar por lo sano tarde o temprano. La revelación de que su nuevo y reluciente ministro de Vivienda había mantenido en secreto su estrecha relación laboral por un año con Business Track (BTR), la empresa que había servido de fachada para espiar políticos, periodistas y empresarios, estaba desestabilizando su gobierno.
Allison se había convertido en una piedra en el zapato del gobierno y debía retirarse, pero siendo él mismo quien lo anunciara. “He decidido dar un paso al costado por el bien del Perú y por el bienestar de este gobierno, y especialmente por el bienestar de los pobres”, intentó justificarse, y agregó que tomaba tal medida obligado por lo que llamó una “campaña de difamación y demolición” desatada en su contra, y que buscaba “convertirlo en un delincuente”.
“Lo peor de todo es que esta campaña no solo me afecta a mí. Es mucho más grave, pues afecta al presidente del Perú, hombre al cual le debo este trabajo y al que le estoy eternamente agradecido”, señaló en breve declaración leída en una sala de conferencias del hotel Country Club, en San Isidro.
Una caída inminente
Según fuentes confiables en el Poder Ejecutivo, el gobierno recién tomó la decisión de dar por terminada la labor de Allison en el Ministerio de Vivienda el viernes, al enterarse de que la comisión congresal tenía información adicional sobre sus ingresos, algo que lo dejaba peor parado.
Según se informó extraoficialmente, las conferencias de prensa prometidas por Allison para ese día fueron canceladas a pedido del Ejecutivo hasta que no se reuniera con el presidente García en Palacio de Gobierno.
Tal reunión no fue sobre la reconstrucción de viviendas para los damnificados del terremoto, como se trató de hacer creer, sino para precisar los detalles de una transición decorosa en el gabinete.
Así, ni la defensa cerrada del vocero parlamentario del Apra, José Vargas, pudo evitar la salida. Para reemplazarlo se vocea al viceministro de Vivienda Juan Sarmiento Soto, pero también el retorno de Nidia Vílchez a esa cartera.
Se rompe silencio presidencial
Recién tres horas después de que Francis Allison anunciara su renuncia al Ministerio de Vivienda, y luego de casi diez días de silencio, el presidente García se animó a declarar sobre el caso, pero a través de una nota de prensa.
Tras aceptar la renuncia y expresar su agradecimiento por el “empeño” y “las actividades desplegadas por Allison”, García dijo confiar en que “con las investigaciones y los días se abrirá paso a la verdad y quedará a salvo su honor (de Allison)”.
El mandatario también lamentó que por razones que él prefirió llamar “políticas”, Allison “se vea forzado a dejar el cargo”. Lo cierto es que según se revelaban nuevos datos de la relación de su ministro con BTR, el jefe del Estado cortó todo contacto con este; mientras que el responsable del gabinete, Javier Velásquez, así como varios de sus integrantes, tampoco evitaban ya mostrar su incomodidad.
Claves
10 de junio. Francis Allison deja la alcaldía de Magdalena para ser ministro de Vivienda y luego responsable de Forsur.
17 de setiembre. La prensa da a conocer su papel de asesor de los espías de BTR.
24 de setiembre. Allison pidió disculpas al presidente por no haber puesto en conocimiento la real naturaleza de su relación con BTR.
27 de setiembre. Allison da un paso al costado tras ser cuestionado por no aclarar sus vínculos con Business Track.
Seguirá siendo investigado
Francis Allison Oyague podría retomar su cargo en la alcaldía de Magdalena del Mar porque tiene un permiso otorgado por el concejo hasta el próximo 30 de setiembre.
La renuncia del abogado Allison al cargo de ministro no cambiará el curso de las investigaciones realizadas hasta el momento por la comisión en el Congreso que investiga las interceptaciones telefónicas realizadas por los espías de Business Track.
Los integrantes de la Comisión que preside el congresista Oswaldo Luizar esperan que el ex ministro Francis Allison envíe esta semana la documentación que sustenta los 37 mil dólares que recibió entre setiembre del 2007 y setiembre del 2008 de la empresa Business Track.
Por: Miguel Gutiérrez
El presidente Alan García sabía que debía cortar por lo sano tarde o temprano. La revelación de que su nuevo y reluciente ministro de Vivienda había mantenido en secreto su estrecha relación laboral por un año con Business Track (BTR), la empresa que había servido de fachada para espiar políticos, periodistas y empresarios, estaba desestabilizando su gobierno.
Allison se había convertido en una piedra en el zapato del gobierno y debía retirarse, pero siendo él mismo quien lo anunciara. “He decidido dar un paso al costado por el bien del Perú y por el bienestar de este gobierno, y especialmente por el bienestar de los pobres”, intentó justificarse, y agregó que tomaba tal medida obligado por lo que llamó una “campaña de difamación y demolición” desatada en su contra, y que buscaba “convertirlo en un delincuente”.
“Lo peor de todo es que esta campaña no solo me afecta a mí. Es mucho más grave, pues afecta al presidente del Perú, hombre al cual le debo este trabajo y al que le estoy eternamente agradecido”, señaló en breve declaración leída en una sala de conferencias del hotel Country Club, en San Isidro.
Una caída inminente
Según fuentes confiables en el Poder Ejecutivo, el gobierno recién tomó la decisión de dar por terminada la labor de Allison en el Ministerio de Vivienda el viernes, al enterarse de que la comisión congresal tenía información adicional sobre sus ingresos, algo que lo dejaba peor parado.
Según se informó extraoficialmente, las conferencias de prensa prometidas por Allison para ese día fueron canceladas a pedido del Ejecutivo hasta que no se reuniera con el presidente García en Palacio de Gobierno.
Tal reunión no fue sobre la reconstrucción de viviendas para los damnificados del terremoto, como se trató de hacer creer, sino para precisar los detalles de una transición decorosa en el gabinete.
Así, ni la defensa cerrada del vocero parlamentario del Apra, José Vargas, pudo evitar la salida. Para reemplazarlo se vocea al viceministro de Vivienda Juan Sarmiento Soto, pero también el retorno de Nidia Vílchez a esa cartera.
Se rompe silencio presidencial
Recién tres horas después de que Francis Allison anunciara su renuncia al Ministerio de Vivienda, y luego de casi diez días de silencio, el presidente García se animó a declarar sobre el caso, pero a través de una nota de prensa.
Tras aceptar la renuncia y expresar su agradecimiento por el “empeño” y “las actividades desplegadas por Allison”, García dijo confiar en que “con las investigaciones y los días se abrirá paso a la verdad y quedará a salvo su honor (de Allison)”.
El mandatario también lamentó que por razones que él prefirió llamar “políticas”, Allison “se vea forzado a dejar el cargo”. Lo cierto es que según se revelaban nuevos datos de la relación de su ministro con BTR, el jefe del Estado cortó todo contacto con este; mientras que el responsable del gabinete, Javier Velásquez, así como varios de sus integrantes, tampoco evitaban ya mostrar su incomodidad.
Claves
10 de junio. Francis Allison deja la alcaldía de Magdalena para ser ministro de Vivienda y luego responsable de Forsur.
17 de setiembre. La prensa da a conocer su papel de asesor de los espías de BTR.
24 de setiembre. Allison pidió disculpas al presidente por no haber puesto en conocimiento la real naturaleza de su relación con BTR.
27 de setiembre. Allison da un paso al costado tras ser cuestionado por no aclarar sus vínculos con Business Track.
Seguirá siendo investigado
Francis Allison Oyague podría retomar su cargo en la alcaldía de Magdalena del Mar porque tiene un permiso otorgado por el concejo hasta el próximo 30 de setiembre.
La renuncia del abogado Allison al cargo de ministro no cambiará el curso de las investigaciones realizadas hasta el momento por la comisión en el Congreso que investiga las interceptaciones telefónicas realizadas por los espías de Business Track.
Los integrantes de la Comisión que preside el congresista Oswaldo Luizar esperan que el ex ministro Francis Allison envíe esta semana la documentación que sustenta los 37 mil dólares que recibió entre setiembre del 2007 y setiembre del 2008 de la empresa Business Track.
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