Vínculo con BTR obliga a renunciar a Francis Allison
A once días del escándalo que generó su relación con cuestionada empresa, dio paso al costado. Ex ministro de Vivienda denuncia que ha sido víctima de “una campaña de demolición”. Renuncia habría sido presentada el viernes 25; el próximo ministro sería Juan Sarmiento, del Apra
No fue una sorpresa para nadie. El ministro de Vivienda, Francis Allison, confirmó ayer su alejamiento del Gabinete Ministerial, a pesar de haberse aferrado al cargo y haber asegurado contar con el respaldo absoluto del presidente Alan García, desde que hace once días se conoció que prestó asesoría jurídica a la empresa Business Track (BTR) durante un año.
Allison atribuyó su renuncia a una “campaña de demolición y difamación” orquestada por “muchos medios de comunicación que pretenden desfigurar” su imagen y convertirlo “en un delincuente”. Dijo que la supuesta campaña también afectó a su familia y al jefe del Estado.
Una de las hipótesis que circulan es que su renuncia podría haber sido alentada por la autorización que dio en la concesión de la Planta de Tratamiento de Taboada, un tema sobre el cual el ex ministro debería pronunciarse.
Por otra parte explicó que su decisión es “por el bien del Perú, el bienestar del Gobierno y por los pobres, que merecen un ministro que dedique el 100% de su tiempo a trabajar y no a defenderse”.
Agregó que se va “frustrado” por no poder concluir con las obras de reconstrucción del sur del país, afectado por el terremoto del 2007.
Indicó también que está “eternamente agradecido” con el mandatario, aunque este había evitado pronunciarse sobre el caso.
Tres horas después del anuncio, a través de una nota enviada por la secretaría de prensa de la presidencia, el presidente aceptó su renuncia. García lamentó que por razones políticas Allison se haya visto “forzado a dejar el cargo”. “Confío en que con las investigaciones y los días se abrirá paso la verdad y quedará a salvo su honor”, se detalla en el texto.
Trascendió que Allison habría presentado el viernes su renuncia, cuando canceló una conferencia de prensa para reunirse con el mandatario en Palacio de Gobierno. Ya no puede ocupar el cargo de alcalde de Magdalena.
Él tiene pendiente enviar documentación a la comisión que investiga las interceptaciones telefónicas ilegales.
Allison llegó a las 3:45 p.m. al hotel Country Club en San Isidro, acompañado por su esposa, Carla Robbiano. Mientras los periodistas lo esperaban, se anunció que no respondería preguntas. Habló durante casi seis minutos.
“No soy espía, soy un hombre de honor y trabajo” fue la frase con la que empezó su intervención, para terminar con “esto no es un adiós, es un hasta luego”.
A once días del escándalo que generó su relación con cuestionada empresa, dio paso al costado. Ex ministro de Vivienda denuncia que ha sido víctima de “una campaña de demolición”. Renuncia habría sido presentada el viernes 25; el próximo ministro sería Juan Sarmiento, del Apra
No fue una sorpresa para nadie. El ministro de Vivienda, Francis Allison, confirmó ayer su alejamiento del Gabinete Ministerial, a pesar de haberse aferrado al cargo y haber asegurado contar con el respaldo absoluto del presidente Alan García, desde que hace once días se conoció que prestó asesoría jurídica a la empresa Business Track (BTR) durante un año.
Allison atribuyó su renuncia a una “campaña de demolición y difamación” orquestada por “muchos medios de comunicación que pretenden desfigurar” su imagen y convertirlo “en un delincuente”. Dijo que la supuesta campaña también afectó a su familia y al jefe del Estado.
Una de las hipótesis que circulan es que su renuncia podría haber sido alentada por la autorización que dio en la concesión de la Planta de Tratamiento de Taboada, un tema sobre el cual el ex ministro debería pronunciarse.
Por otra parte explicó que su decisión es “por el bien del Perú, el bienestar del Gobierno y por los pobres, que merecen un ministro que dedique el 100% de su tiempo a trabajar y no a defenderse”.
Agregó que se va “frustrado” por no poder concluir con las obras de reconstrucción del sur del país, afectado por el terremoto del 2007.
Indicó también que está “eternamente agradecido” con el mandatario, aunque este había evitado pronunciarse sobre el caso.
Tres horas después del anuncio, a través de una nota enviada por la secretaría de prensa de la presidencia, el presidente aceptó su renuncia. García lamentó que por razones políticas Allison se haya visto “forzado a dejar el cargo”. “Confío en que con las investigaciones y los días se abrirá paso la verdad y quedará a salvo su honor”, se detalla en el texto.
Trascendió que Allison habría presentado el viernes su renuncia, cuando canceló una conferencia de prensa para reunirse con el mandatario en Palacio de Gobierno. Ya no puede ocupar el cargo de alcalde de Magdalena.
Él tiene pendiente enviar documentación a la comisión que investiga las interceptaciones telefónicas ilegales.
Allison llegó a las 3:45 p.m. al hotel Country Club en San Isidro, acompañado por su esposa, Carla Robbiano. Mientras los periodistas lo esperaban, se anunció que no respondería preguntas. Habló durante casi seis minutos.
“No soy espía, soy un hombre de honor y trabajo” fue la frase con la que empezó su intervención, para terminar con “esto no es un adiós, es un hasta luego”.
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